Del origen de una idea a la materialización de la misma se deben considerar cierto número de pasos cada uno requiriendo su tiempo. Este proceso comienza con la elección cuidadosa de materiales (siempre naturales) y colores (ocasionalmente teñidos por mí con lo que la naturaleza a mi alrededor ofrece). Una vez esta selección se ha llevado a cabo, se elabora el diseño, se crea la urdimbre y se trabaja en el telar a través de intrincados cálculos. A ello siguen largas horas tejiendo de una manera meditativa. El proceso termina con el lavado de la pieza y su acabado para llegar a su delicada forma final.
Y es únicamente a través de este proceso que, cada pieza se convierte en única, impregnando mi yo interior para poder ser tuyo también.
Del origen de una idea a la materialización de la misma se deben considerar cierto número de pasos cada uno requiriendo su tiempo. Este proceso comienza con la elección cuidadosa de materiales (siempre naturales) y colores (ocasionalmente teñidos por mí con lo que la naturaleza a mi alrededor ofrece). Una vez esta selección se ha llevado a cabo, se elabora el diseño, se crea la urdimbre y se trabaja en el telar a través de intrincados cálculos. A ello siguen largas horas tejiendo de una manera meditativa. El proceso termina con el lavado de la pieza y su acabado para llegar a su delicada forma final.
Y es únicamente a través de este proceso que, cada pieza se convierte en única, impregnando mi yo interior para poder ser tuyo también.